“EL FANTASMA DE CANTERVILLE”

“La gente busca con desesperación la comodidad olvidándose por completo de las relaciones humanas que deben de existir en una familia”

Nos volvemos materialistas y ciegos ante el verdadero valor y riqueza que significan nuestros seres queridos. Esto y mucho más nos lo enseña esta adaptación del cuento de Oscar Wilde, autor renombrado de novelas, poesía y cuentos que todo mundo busca para llevar educación y mostrar nuestras debilidades, y nuestra adaptación no es la excepción.

Una familia de norteamericanos llega a Inglaterra para comprar una antiquísima mansión, con el único afán de subir de “estatus”, pero se encuentran con la leyenda de un fantasma quien ronda la casa después de asesinar a su esposa. A ellos esto no les importa pues tienen cosas más importantes que hacer, pero el ama de llaves no piensa así pues es la casa de una familia de nobles, que tienen prestigio e historia. Entre todos se encargan de hacerle mil y un maldades al pobre fantasma, quién sólo trata de cumplir con su trabajo, con su “vida”, sólo la hija menor se da cuenta de que todos merecemos respeto y derecho a ser como quiera uno ser, por esto decide ayudar al fantasma, cuando lo encuentra mirando melancólico hacia el cementerio, y por esto decide ayudarlo a bien morir, aquí es cuando la familia se da cuenta del valor del ser humano y más aún si es familiar, pues la hija menor no aparece por ningún sitio, y parten a buscarla por los alrededores, toda la noche sin éxito alguno. Cuando las esperanzas se creen perdidas, su hija aparece cargando un cofre con joyas que el buen fantasma le da en recompensa por ayudarlo a cruzar el umbral de la morada de la muerte, y dando a su familia una lección de amor y entrega por los demás, como debe de ser por nuestros semejantes. Pero el descendiente del fantasma no pierde oportunidad de hablarle, pues se da cuenta de que se ha enamorado de ella, pero principalmente de sus sentimientos y comportamiento.

Esta puesta tiene un cierto grado de dificultad, pues existen trucos de magia, efectos ópticos y acciones que ayuden a dar la sensación de estar viendo a un verdadero fantasma, además de que todo ocurre en una sola habitación.

No pierdas la oportunidad de conocer esta historia que te dará motivos para reír hasta el cansancio con las ocurrencias del fantasma y sobretodo con las bromas que los hijos harán a el. Además cuenta con la música precisa para dar emotividad y crear ese ambiente familiar, para integrarnos y formar parte de la casa como mudos testigos de lo que allí ocurre, siendo de alguna manera también nosotros como El Fantasma de Canterville